miércoles, 19 de noviembre de 2014

La excelencia educativa. A propósito de Austin.

El vídeo (El vídeo es muy chulo, está al final de esta entrada, aunque está sin subtitular es bastante comprensible) trata sobre una mariposa que debe dibujar Austin. Un maestro cuenta y enseña a unos alumnos de segundo grado -siete años- el proyecto de una mariposa que los alumnos de primer grado, entre ellos Austin, realizaron en clase.
Austin es un chico norteamericano que cursa primer grado -seis años- de un pueblo llamado Boise perteneciente al estado de Idaho. En su clase él y sus compañeros estudian las mariposas y es por ello que deben realizar un proyecto sobre ellas. El proyecto consiste en dibujar una mariposa a partir del modelo de una fotografía y desde una perspectiva científica. Concretamente, la mariposa que debe dibujar Austin responde al nombre de ‘tiger swallowtail’.
excelencia educativa
Imagen bajo licencia Creative Commons
En su primer intento, Austin no acierta del todo con su dibujo y está lejos de aproximarse a la fotografía. Su maestro reconoce que no está mal, pero todavía no se acerca a la mariposa de la fotografía. Aún así la respuesta es: ‘Austin, buen comienzo‘. Para poder mejorarla, Austin se servirá de las críticas y aportaciones de sus compañeros de clase. Son sus compañeros los que le dicen lo que deberá mejorar de cara a su segundo modelo de mariposa.
Austin mejora en su segundo modelo de la mariposa, a partir de las sugerencias de sus compañeros. El maestro comenta y valora positivamente que Austin ha sido capaz de escuchar las aportaciones de sus compañeros de clase. Pero aunque el dibujo ha mejorado respecto al primero, todavía no es perfecto, no ha conseguido la excelencia.
Austin deberá realizar un tercer modelo de la mariposa. Y su tercer dibujo aún presenta aspectos mejorables, como así le indican sus compañeros. Ellos son los que de la forma más detallada posible intentan que Austin mejore su dibujo de la mariposa.
El cuarto dibujo supone realmente una grata sorpresa para sus compañeros. Ahora que Austin ha realizado un dibujo realmente parecido a la fotografía tras escuchar a sus compañeros, está preparado para dibujarlo.
Su dibujo final es realmente asombroso y su parecido con la mariposa muy acertado. Finalmente, Austin ha conseguido un dibujo extraordinario, un dibujo que raya la excelencia porque, como su maestro bien indica, ha sido capaz de enfocarlo con una perspectiva científica, con la mirada de un científico.

excelencia educativa

Las mariposas de Austin (captura de pantalla del vídeo)

¿Qué nos enseña esta historia de excelencia educativa?

Acerca de los compañeros de primer grado de Austin y de los alumnos de segundo grado:
  • Los compañeros de Austin son los que han hecho posible que su dibujo llegara a la excelencia, los que le animan a que repita y mejore los modelos de la mariposa, los que a través de sus indicaciones precisas permiten la mejora del dibujo.
  • Los compañeros de segundo grado se sienten realmente orgullosos porque les ha escuchado de verdad.
  • Los compañeros de segundo grado son conscientes de que su mejora ha sido muy buena porque ha perseverado en su trabajo, porque sus compañeros han sido honestos con él.
  • Austin ha podido mejorar su dibujo porque las indicaciones de sus compañeros han sido claras, comprensibles y específicas.
  • Austin recibe la mayor de las recompensas, que no es otra que la admiración de sus compañeros.
Acerca del maestro de Austin y el maestro que cuenta la historia.
  • El maestro de Austin, al ver el primer dibujo, es consciente de que su trabajo con él sólo acaba de empezar. Su primer modelo es sólo un punto de partida, no un punto de llegada. Para la mejora del dibujo, el docente se sirve de los compañeros de Austin. El maestro adquiere una posición secundaria. A partir del segundo modelo no es él quien enseña, sino que son los alumnos los que enseñan al alumno.
  • El maestro sólo educa al alumno para que no identifique la crítica con el fracaso, sino con la oportunidad, con la oportunidad de mejorar. Y de esa oportunidad salen el resto de dibujos de Austin.
  • Los mensajes que le transmite a Austin siempre son positivos y le felicita por su buen comienzo. Es lo que denomino refuerzo positivo incondicional.
  • El maestro sustituye la rigidez de una mesa y una silla por un espacio mucho más distendido. Los alumnos de segundo grado se hallan en una biblioteca, están sentados libremente por el suelo, se sienten más cómodos, más libres de actuar e interactuar con el grupo.
  • Las preguntas que formula el maestro a los alumnos de segundo grado son en su mayoría abiertas y hacen posible la interacción con sus alumnos. Su forma de enseñar, por tanto, es bidireccional.
  • El maestro es agradable con sus alumnos. Su tono es relajado, pausado. Es capaz de decir gracias a sus alumnos cuando estos realizan una buena intervención.
  • El maestro se sirve de la mariposa para introducir conceptos como el triángulo. Enseña a partir de analogías (alas de la mariposa/triángulo).
  • El maestro no es el que propone que Austin realice los siguientes modelos. Consigue que sean sus propios compañeros los que animan a Austin a que los realice.
  • El maestro enseña a sus alumnos no a partir del modelo de la fotografía que deben dibujar, sino a partir de los modelos que Austin va realizando progresivamente. Este detalle me ha parecido realmente interesantísimo.
  • El maestro reflexiona sobre el trabajo realizado por Austin. Les pregunta a sus alumnos: ¿Qué podemos aprender de esta historia? (pregunta abierta).

¿En que consiste la excelencia educativa de este vídeo?

Como he dicho al principio de esta entrada, muchas son las lecciones que podemos aprender de Austin, de sus compañeros de primer grado, del maestro que cuenta la historia y de los alumnos de segundo grado que la escuchan con suma atención. Pero de todas las lecciones que he aprendido quiero destacar una por encima de todas.
Desde mi punto de vista, lo que realmente me ha cautivado es que la excelencia educativa es un factor en el que todos estamos implicados, y cuando digo todos, me refiero a toda la comunidad educativa. La excelencia educativa en el caso de Austin se centra en el hecho de que su primer dibujo es sólo el inicio de una gran oportunidad.
En otras circunstancias lo normal hubiera sido que el maestro hubiera cogido el primer modelo de mariposa de Austin, lo hubiera evaluado y se lo hubiera devuelto. Si el maestro de Austin hubiera decidido hacerlo así, la capacidad de progreso de Austin no hubiera sido posible porque no le hubiéramos dado ninguna posibilidad de mejora. De ahí la importancia de decir que el primer modelo de Austin es un punto de partida y no de llegada. Y para mí este es el camino de lo que entiendo por excelencia educativa. Un camino en el que la mejora procede tanto del docente como de sus compañeros y del propio Austin. En el dibujo último de la mariposa de Austin hay excelencia educativa porque hay crítica, revisión, feedback, honestidad, escucha activa, empatía. Porque Austin no ha dibujado una mariposa. Ha hecho mucho más. Ha aprendido que el camino del aprendizaje está lleno de curvas, de opiniones y de segundas, terceras y cuartas oportunidades.
Esta es la lección que aprendió Austín. Esta es la lección que Austin me ha enseñado a mí.