lunes, 30 de julio de 2007

POEMAS o más...

Homenaje a los poetas, a su obra, a los libreros, a los editores (Losada, por ejemplo, donde pudimos leer a aquellos autores a los que la censura y la prohibición intentando silenciar incentivaron) y a los lectores, que como yo hemos sido emocionados por la poesía. No pretendo hacer una antología, pero si dejar correr un rato la memoria y colocar aquí algunos textos célebres, al menos en mi vida.
Su música fue fuente y alimento vital: "Palabras para Julia" "Caminante no hay camino" "Elegía a Ramón Sijé" "Mediterráneo" "Campanades a mort" "Poderoso caballero" "A un olmo seco" "Viatge a Itaca" ...
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Miquel Marti i Pol
"MOLT HE ESTIMAT …"
Molt he estimat i molt estimo encara.
Ho dic content i fins un poc sorprès
de tant d’amor que tot ho clarifica.
Molt he estimat i estimaré molt més
sense cap llei de mirament i traves
que m’escatimin el fondo plaer
que molta gent dirà incomprensible.
Ho dic content: molt he estimat i molt
he d’estimar. Vull que tothom ho sàpiga.
Des de l’altura clara d’aquest cos
que en fa de tornaveu o de resposta
quan el desig reclama plenituds,
des de la intensitat d’una mirada
o bé des de l’escuma d’un sol bes,


proclamo el meu amor, el legitimo.

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“ARA MATEIX”
(fragment):
L’àmbit de tots els àmbits (1981)

Potser el secret és que no hi ha secret
i aquest camí l’hem fet tantes vegades
que ja ningú no se’n sorprèn; potser
caldria que trenquéssim la rutina
fent algun gest desmesurat, alguna
sublimitat que capgirés la història.

Potser, també, del poc que tenim ara
no sabem fer-ne l’ús que cal; qui sap.


“Tenim a penes
el que tenim i prou: l’espai d’història
concreta que ens pertoca i un minúscul
territori per viure-la.”

“Públicament ens compromet la vida,
públicament i amb tota llei d’indicis.”








Cuatro poetas fieles a la República
Los últimos avatares de Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Miguel Hernández.

Ian Gibson
Editado por PLANETA
"Las últimas lágrimas de Miguel Hernández.
El 21 de marzo de 1942 llega una orden para trasladar al enfermo al sanatorio de Porta-Coeli en Valencia. Acaso, después de la boda, Almarcha había decidido por fin intervenir. Pero es ya demasiado tarde y los médicos deciden que no vale la pena mover al poeta. Josefina, acompañada de Elvira, la hermana de Miguel, le hace la que será su última visita. Al constatar que ha venido sin el niño, el poeta llora amargamente. "Te lo tenías que haber traído", murmura. "Tenía la ronquera de la muerte", escribirá Josefina en sus memorias, "yo le toqué los pies y los tenía fríos y con rodales negros". Después, idas ya su mujer y Elvira, sólo consuela al moribundo, cubierto todo el cuerpo de pus, la presencia de Joaquín Ramón Rocamora, que recoge una de sus últimas frases, una exclamación: "¡Ay, hija, Josefina, qué desgraciada eres!".
Fallece a las 5.30 horas de la mañana del sábado 28 de marzo de 1942.Tiene los ojos abiertos, como su primer hijo malogrado, y nadie se los logrará cerrar (es el resultado del acusado hipertiroidismo que padece el poeta). Se deniega el permiso para hacerle una mascarilla mortuoria. Por suerte, el preso José María Torregrosa, que es escultor, burla la vigilancia y logra ejecutar dos dibujos a lápiz del cadáver, los ojos abiertos de par en par. Sólo faltaba captar el hedor. Los amigos del poeta consiguen poner a salvo sus escritos, conservados en dos bolsas.
Hubo, al final, un poco de caridad cristiana cuando el director del reformatorio permitió que desfilasen los presos delante del poeta, amortajado por sus amigos y expuesto en el patio, y hasta que la banda de la institución tocase la Marcha fúnebre de Chopin. A la puerta esperaban Josefina y unos familiares para hacerse cargo del ataúd y llevarlo al cementerio. Entre ellos no estaba el padre del poeta, que hasta el final se había negado a verle. "Llegados al camposanto alicantino de Nuestra Señora de los Remedios", relata Ferris, "nadie pudo quedarse a velar el cuerpo de Hernández aquella noche, por ser lugar a donde aún llevaban a fusilar a los presos condenados". Lo enterraron, pues, a la mañana siguiente.
Unos días después, el padre de Miguel declaró, cuando fueron a darle un pésame que ni necesitaba ni se merecía: "Él se lo ha buscado".
Pablo Neruda lo experimentó de otra manera, allá en México. "Un asesinato más se agrega a los muchos y terribles", escribió a Juan Ramón Jiménez, pensando acaso en Lorca. "Pero, tal vez nunca me sentí más mal herido y creo que a usted le pasará lo mismo".
A Juan Ramón, sí, le pasó lo mismo. En 1948, en Argentina, después de criticar la actuación durante la guerra de León Felipe y de elogiar la del poeta cubano Pablo de la Torriente (el comisario amigo de Miguel) y del músico Gustavo Durán, general del Ejército republicano, escribió: "De los poetas españoles muertos durante la guerra, los más señalados fueron Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández. De ellos, el que peleó en los frentes y no quiso salir de su cárcel, donde se extinguía tísico y cantando sus amores, mientras otros compañeros siguieron detenidos, fue Miguel Hernández, héroe de la guerra. Decir esto que yo digo es justo y es exacto".
Sí, justo y exacto. Con la muerte de Miguel Hernández, el nuevo régimen, ahora consolidado gracias a la traición de las llamadas democracias europeas, mostró una vez más su verdadero rostro."


MIGUEL HERNÁNDEZ






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EL RAYO QUE NO CESA
(Poemario. 1934-1935)
Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.
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Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.


Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.

http://www.miguelhernandezvirtual.com/paginaprincipal.htm

PARA LA LIBERTAD
II
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

LOS COBARDES
Miguel Hernández
Vientos del Pueblo
Hombres veo que de hombres
solo tienen, solo gastan
el parecer y el cigarro
el pantalón y la barba.
En el corazón son liebres,

gallinas en las entrañas,
galgos de rápido vientre,
que en épocas de paz ladran
y en épocas de cañones
desaparecen del mapa.
Estos hombres, estas liebres,

comisarios de la alarma,
cuando escuchan a cien leguas
el estruendo de las balas,
con singular heroísmo
a la carrera se lanzan,
se les alborota el ano,
el pelo se les espanta.
Valientemente se esconden,
gallardamente se escapan
del campo de los peligros
estas fugitivas cacas,
que me duelen hace tiempo
en los cojones del alma.
¿Dónde iréis que no vayáis

a la muerte liebres pálidas,
podencos de poca fe
y de demasiadas patas?
¿No os avergüenza mirar
en tanto lugar de España
a tanta mujer serena
bajo tantas amenazas?
Un tiro por cada diente
vuestra existencia reclama,
cobardes de piel cobarde
y de corazón de caña.
Tembláis como poseídos
de todo un siglo de escarcha
y vais del sol, a la sombra
llenos de desconfianza.
Halláis los sótanos poco
defendidos por las casas.
Vuestro miedo exige al mundo

batallones de murallas,
barreras de plomo a orillas
de precipicios y zanjas
para nuestra pobre vida,
mezquina de sangre y ansias.
No os basta estar defendidos
por lluvias de sangre hidalga,
que no cesa de caer,
generosamente cálida,
un día tras otro día
a la gleba castellana.
No sentís el llamamiento
de las vidas derramadas.
Para salvar vuestra piel
las madrigueras no os bastan,
no os bastan los agujeros,
ni los retretes ni nada.
Huís y huís, dando al pueblo,
mientras bebéis la distancia,
motivos para mataros
por las corridas espaldas.
Solos se quedan los hombres

al calor de las batallas,
y vosotros lejos de ellas,
queréis ocultar la infamia,
pero el color de cobardes
no se os irá de la cara.
Ocupad los tristes puestos

de la triste telaraña.
Sustituid a la escoba,
y barred con vuestras nalgas
la mierda que vais dejando
donde colocáis la planta.
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"Adiós hermanos, camaradas y amigos,Despedidme del sol y de los trigos” Miguel Hernández. 1942.
Escrito en los muros de la cárcel de Alicante poco antes de morir

Este es el videoclip que la banda skalariak le dedicó --> http://www.skalariak.com/index.php










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ELS AMANTS

"La carn vol carn."
(AUSIÀS MARCH) ---> http://www.xtec.es/ausias/

"No hi havia a València dos amants com nosaltres.
Feroçment ens amàvem des del matí a la nit.
Tot ho recorde mentre vas estenent la roba.
Han passat anys, molts anys; han passat moltes coses.
De sobte encar em pren aquell vent o l´amor
i rodolem per terrra entre abraços i besos.
No comprenem l´amor com un costum amable,
com un costum pacífic de compliment i teles
(i que ens perdone el cast senyor López-Picó).
Es desperta, de sobre, com un vell huracà,
i ens tomba en terra els dos, ens ajunta, ens empeny.
Jo desitjava, a voltes, un amor educat
i en marxa el tocadiscos, negligentment besant-te,
ara un muscle i després el peçó d´una orella.
el nostre amor és un amor brusc i salvatge,
i tenim l´enyorança amarga de la terra,
d´anar a rebolcons entre besos i arraps.
Què volen que hi faça! Elemental, ja ho sé.
Ignorem el Petrarca i ignorem moltes coses.
Les Estances de Riba i les Rimas de Bécquer.
Després, tombats en terra de qualsevol manera,
comprenem que som bàrbars, i que això no deu ser,
que no estem en l´edat, i tot això i allò.
No hi havia a València dos amants com nosaltres,
car d´amants com nosaltres en són parits ben pocs.


NO ESCRIC ÈGLOGUES
Iratz e gauzens me.n partray
S'ieu ja la vey l'amor de lonh...
(Jaufré Rudel) ---> http://www.anthologie.free.fr/anthologie/rudel/rudel.htm

No hi havia a València dos cames com les teues.
Dolçament les recorde, amb els ulls plens de llàgrimes,
amb una teranyina de llàgrimes als ulls.
On ets? On són les teues cames tan adorables?
Recórrec l'Albereda, aquells llocs familiar.
Creue les nits. Evoque les baranes del riu.
oh la solemnitat de la teua carn tendra.
del teu cos adorable sobre les llargues cames!
No hi havia a València dos cames com les teues.
Llargament escriuria sobre les teues cames.
Com si anares per l'aigua, entre una aigua invisible,
entre una aigua claríssima, venies pel carrer.
La carn graciosa i fresca com un cànter de Serra.
I jo t'evoque dreta sobre les teues cames.
Carregaven els hòmens els ventruts camions.
Venien autobusos de Gandia i Paterna.
Eixien veus dels bars, l'olor d'oli fregit.
Tu venies solemne sobre les teues cames.

Carrer avall, venies entre els solars, els crits,

els infants que jugaven en eixir d'escola,
la dona arreplegava la roba del terrat,
l'home recomponia lentament un rellotge
mentre un amic parlava dels seus anys de presó
per coses de la guerra, tu venies solemne,
amb més solemnitat i dignitat tu sola,
tota la majestat amada del crepuscle.
No hi havia a València dos cames com les teues,
amb la viva alegria de la virginitat.
Sempre venies, mai no arribaves del tot,
i jo et volia així, i jo ho volia així:
nasquí per aguardar-te, per veure com venies.
Inutilment Recórrec els crepuscles, les nits.
Hi ha els hòmens que carreguen lentament camions
Hi ha els bars. l'oli fregit, les parelles d'amants.
Jo recorde unes cames, les teues cames nues,
les teues llargues cames plenes de dignitat.

Llibre de meravelles: Editorial L´Estel. València, 1971

Vicent Andrés Estellés
http://avecteatre.googlepages.com/v.a.e.
http://www.escriptors.cat/autors/andresv/obra.php

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