Si alguna vez me muero
Si alguna vez me muero
ordenaría que ése día sólo se pudieran comer langostinos.
Que al menos ése día
se prohibiera la tristeza
Y se instauraran las golosinas como medio para la resolución de conflictos
en el plano internacional.
Sentenciaría a muerte las corazas
e implantaría la ley de extranjería sólo para deportar los miedos.
La risa sería el único idioma oficial
y se autorizaría la quema sistemática de toda bandera que no porte fluídos
Al menos ése día
Obligaría al mundo a ver Buscando a Nemo,
a leer a Kundera,
a escuchar a Chavela Vargas,
a observar cómo dibuja un infante;
Os invitaría a todas a un musical,
os compraría, a cada una de vosotras, un boli y un papel.
Expulsaría del territorio todo aquello que se le pareciera a un reproche.
Sin peros.
Si alguna vez, entonces, me muero
daría un golpe de estado
y los muros de las prisiones se harían de chocolate blanco (vegano)
y lacasitos
para que salgamos todas
con unos kilitos de más.
Ése día y con mi último suspiro
inspiraría toda la contaminación
y me oscurecería la piel
y resaltaría aún más mi pintalabios fúcsia.
Ése día
sería requisito fundamental que para mirar hacia arriba hubiera que abrir la boca
y mover las galtas
para acto seguido buscar una mirada de complicidad
seguida de una sonrisa.
Si ése día llega,
me llevaría de tí todo cuanto pudiese cargar
a ambos lados de mi boca abierta
como un percherón alocado
que se contrae sin poder evitarlo
como gesto póstumo.
Langostiiiiiiiiiiiiiiiiiiin0...
Quisquiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiilla...
Cigaaaaaaaaaaaaala...
y el mejillón,
COLORAO